El síndrome del tío Gilito

El tío Gilito, tío rico o rico Mcpato es un personaje de Disney, un viejo cascarrabias no muy simpático que desprecia al pato Donald y que posee una enorme fortuna.

El mayor placer que puede encontrar es lanzarse desde un trampolín y nadar en la riqueza que acumula en enormes silos.

Al tío gilito le gustan los dólares simplemente por el placer de ser rico; podría comprar todo lo que quisiera pero prefiere acumular hasta el último centavo.

Esta actitud podría calificarse de avaricia patológica, pero existe otro término, más suave y sofisticado que define esta patología: síndrome del tío Gilito.

Lamentablemente la idea de la riqueza que tiene la mayoría de la población es esta; no entienden que la riqueza es producto del trabajo.
Las personas ricas, salvo en alguna excepción, han trabajado duro durante años para llegar hasta donde están. De igual manera no puedes esperar volverte rico de un día para otro, es un proceso largo que requiere perseverancia y sacrificio.

Otro de los errores es creer que la gente con dinero es avariciosa y no gasta su dinero. ¡Mentira! la gente con el síndrome del tío Gilito puede ahorrar durante toda su vida, guardar cada euro y privarse de los caprichos pero nunca llegarán a ser ricos; se jubilarán con algunos miles de euros debajo del colchón pero habrán llevado una vida infeliz sin gente a la que amar, sin disfrutar de la vida, pensando únicamente en números.
Para generar riqueza es necesario asumir riesgos, el problema es que vivimos en una sociedad en la que los cambios no son bien vistos. La gente quiere estabilidad y seguridad, quieren que todo siga igual, quieren una vida sin cambios. Es por eso por lo que hay tantísimos funcionarios mileuristas, prefieren vivir pobres pero sin riesgos.

Se necesitan cambios. La vida es movimiento, de lo contrario, estaríamos muertos. Sin embargo, nos cuesta afrontar los cambios, salir del confort.
Si todo estuviera ordenado no existiría la creatividad, ni la curiosidad, ni el progreso. Permanecer en el orden le hace a uno rígido, inalterable, previsible. Claro que, a su vez, el orden confiere seguridad, estabilidad, tranquilidad.

Para progresar se necesitan cambios, los mayores avances y descubrimientos de la humanidad se han realizado durante épocas de crisis; de igual manera si quieres tener riqueza tienes que cambiar, cambiar tu manera de pensar, cambiar tu manera de vivir; si no cambias no puedes pretender que cambie tu situación económica.